A día de hoy tenemos claro que los cereales integrales son más saludables que aquellos que están refinados. Pero, ¿son realmente integrales los productos que estás comprando?
Los cereales integrales están compuestos por tres partes: el endospermo, el germen y el salvado. Cuando sometemos a cualquier cereal a un proceso de refinado eliminamos el salvado y el germen, y junto con ellos, se van también la mayoría de la fibra, los minerales y las vitaminas que tiene ese alimento, dejando fundamentalmente el almidón y una pequeña cantidad de proteína. ¿Cuáles son las consecuencias de esto en nuestro cuerpo?
- Consumimos un producto con menos nutrientes.
- Se nos elevará más rápido el azúcar en sangre.
- Nos saciaremos menos.
Cereal refinado vs. Cereal integral ¿Cómo diferenciarlos?
Ahora que sabemos el porqué es mejor seleccionar productos integrales, nos toca aprender a diferenciar los productos realmente integrales de aquellos que sólo lo parecen. Para lograr esto debemos leer muy bien la lista de ingredientes del alimento que vamos a comprar, en esta lista podremos comprobar el origen de las harinas que componen el alimento, siendo fundamental que el primer ingrediente que leamos sea una harina integral o de grano entero; si no aparecen estas palabras ten claro que estás comprando un producto refinado.
Muchas personas piensan que no es necesario leer la lista de ingredientes, que con comprar un cereal, como puede ser el pan, de color oscuro ya implica que están seleccionando un producto integral, y esta idea es totalmente errónea, ya que, por un lado, hay muchas harinas que aunque estén refinadas conservan ese color oscuro, como puede ser el caso del centeno; y por otro lado, muchas veces la industria mezcla una harina refinada con un poco de salvado para otorgarle ese color típico que todos esperamos encontrar en los cereales integrales.
Además, también debemos tener presente que leer la lista de ingredientes nos ayudará a comprobar si el producto que vamos a comprar contiene otros ingredientes poco saludables como son el azúcar añadido o los aceites refinados.
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