La calidad y el tipo de cereal que incorporamos en nuestra dieta es fundamental para cuidar nuestra salud. A pesar de que desde un punto de vista calórico no observemos mucha diferencia entre un cereal integral y uno refinado (el arroz integral aporta: 350Kcal, mientras que el arroz blanco nos aporta: 347Kcal), nuestro cuerpo los digiere, absorbe y metaboliza de forma diferente.
¿Qué diferencia un cereal refinado de uno integral?
Analizando su composición, en los cereales integrales encontramos 3 partes: el salvado, el germen y el endospermo. En el salvado es donde se encuentra la mayor parte de la fibra del cereal, y el germen es donde se encuentran la mayoría de las vitaminas y minerales de dicho alimento, mientras que el endospermo es básicamente almidón. Durante el proceso de refinado de un cereal se elimina el salvado y el germen, dejando sólo el endospermo del cereal.
¿Cuál es la consecuencia de este refinado?
Que junto con la eliminación del salvado y el germen perdemos también la fibra y una cantidad importante de nutrientes, dejando solo el almidón del cereal. El cual, al no tener fibra a su lado, durante la digestión hace que el azúcar se absorba mucho más rápido y cause un pico de glucosa en sangre más pronunciado que el que se genera al consumir un cereal integral.
¿Qué beneficios nos aporta el consumo de productos integrales en comparación con los refinados?
- Mayor aporte de vitaminas, minerales y ácidos grasos en nuestra alimentación.
- Mayor efecto saciante que nos permite evitar comer en exceso durante un régimen de pérdida de peso.
- Modula la absorción de los hidratos de carbono simples (azucares simples), ralentizando dicha absorción.
- Modula la absorción de otros componentes de la dieta, como el colesterol dietético o las grasas, formando geles que entorpecen su completa absorción.
- Ayuda a tener una microbiota (flora intestinal) saludable, ya que la fibra sirve de alimento para nuestras bacterias intestinales.
- Ayudan a regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.
En definitiva, aunque en los supermercados podamos encontrar una mayor oferta de productos refinados, lo ideal es que optemos por las versiones integrales, ya que éstas conservan todos sus nutrientes y aportan múltiples beneficios a nuestro organismo.
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