Cuando hablamos de alimentación consciente (o «Mindful Eating«) nos podemos sentir un poco perdidos, es normal teniendo en cuenta las estrictas reglas que muchas veces nos imponemos para perder peso y la multitud de mitos nutricionales que damos por verdades absolutas.
La alimentación consciente es aquella que nos guía y nos enseña a cuidarnos desde el amor hacia nuestro cuerpo y no el odio.
¿En qué consiste la alimentación consciente?
La alimentación consciente nos ayuda a:
- Escuchar a nuestro cuerpo, él está constantemente enviándonos señales: hambre, pesadez, plenitud, cansancio, energía, etc. Solo tenemos que pararnos a escucharlo un momento para empezar a comprender lo que necesita.
- Respetar nuestros gustos. ¿Cuántas veces hemos comido algo solo porque queremos bajar de peso pero en realidad no nos gusta nada? Adaptar la alimentación a nuestros gustos es la clave para poder verlo como un estilo de vida sostenible a largo plazo.
- No moralizar la comida. Parémonos a pensar por un momento en que nos convertimos cuando comemos comida que denominamos “basura”… ¿A dónde va la basura? Debemos dejar de pensar en la comida como basura, porque nuestro cuerpo no es ningún basurero, la comida es comida, eso sí, hay alimentos nutricionalmente más interesantes que otros, y es importante cuidar la calidad de nuestra alimentación para mantener un buen estado de salud. Pero como tenemos dicho otras veces, ni vas a enfermar por comerte puntualmente un ultraprocesado, ni vas a conseguir una salud de hierro por comerte una ensalada cada 15 días. Dejemos de lado los extremos.
- Experimentar con nuevos platos y recetas. ¿Por qué nos vamos a obligar a comer un alimento en concreto que no nos gusta cuando podemos escoger otros igual de valiosos? Por ejemplo, ¿Por qué obligarte a comer brócoli cocido cuando puedes probar un salteado de setas, o verduras al horno, o un pisto, o un calabacín relleno? A día de hoy podemos encontrar infinidad de recetas, la clave está en proponernos experimentar en la cocina con un poco más de frecuencia y huir de la monotonía.
- Identificar tu sensación de hambre y saciedad, y lo más importante, respétalas. No necesitas pasar hambre. Al principio puede resultar complicado reconocer estas sensaciones si estamos muy desconectados de ellas, pero con un poquito de práctica y tiempo de escucha hacia tu cuerpo esto mejorará.
Iníciate en Mindful Eating
La alimentación consciente nos ayuda a reconectar con nuestro cuerpo, romper mitos y cuidarnos ¿Te animas a probarla?. ¡Tenemos mucho más para enseñarte!
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