La trombosis es un proceso caracterizado por la coagulación de la sangre en el interior de los vasos sanguíneos. Cuando afecta a las venas de las extremidades inferiores provoca una trombosis venosa profunda, existiendo el riesgo de que el coágulo se desplace y llegue a través de la circulación hasta el pulmón obstruyendo uno de los vasos pulmonares y dificultando la oxigenación de la sangre, originando una embolia pulmonar.
La enfermedad tromboembólica venosa (ETEV) es una causa mayor de morbimortalidad en el paciente hospitalizado. Los principales factores de riesgo clínicos de ETEV son:
- edad avanzada,
- anestesia general,
- inmovilidad prolongada o parálisis,
- duración de la cirugía,
- cirugía ortopédica de la extremidad inferior,
- fractura de cadera o de pelvistraumatismo mayor,
- accidente cerebrovascular,
- obesidad y
- venas varicosas.
Medidas de prevención: tromboprofilaxis
- Cuidados generales del paciente: incluyen una adecuada preparación preoperatoria, hidratación, control de enfermedades sistémicas, así como elección de la técnica anestésica (de preferencia regional) y cuidados postoperatorios evitando anemización y controlando el dolor.
- Métodos mecánicos o físicos: incrementan el flujo venoso eferente y/o reducen la insuficiencia venosa, así previenen la estasis venosa. Incluyen las medias de compresión gradual (MCG), la mecánica intermitente (CNI) y la bomba venosa plantar (BVP).
- Métodos farmacológicos: Anticoagulantes. Son sustancias utilizadas para la prevención y tratamiento de la trombosis, por su capacidad para dificultar el proceso de coagulación de la sangre. En general, utilizamos las inyecciones subcutáneas de heparina de bajo peso molecular en la prevención de la trombosis postoperatoria y en las fases iniciales del tratamiento de la trombosis establecida, a dosis más altas también pueden ser pautados para la prevención de trombos en arritmias y valvulopatías.
Técnica de autoinyección de la heparina subcutánea
Materiales a utilizar:
- Algodón o gasa,
- jeringa precargada,
- contenedor para objetos punzantes,
- Antiséptico (preferiblemente alcohol).
Técnica de autoadministración de heparina subcutánea
- Lavado de manos higiénico.
- Comprobacion de la prescripción, dosis correcta, fecha caducidad, hora correcta.
- Adoptar una posición cómoda.
- Elegir lugar inyección: alejarnos al menos 5 cm alrededor del ombligo. Asegurarnos de rotar el lugar inyección: no se debe de pinchar en una zona enrojecida, lunar, cicatriz o enduración.
- Desinfectar la piel con alcohol, esperar 30s hasta que la piel esté seca.
- Las jeringas precargadas son de un solo uso, listas para su empleo y NO hay que quitar al aire antes de su administración.
- Levantar el pliegue de la piel con la mano no dominante, pellizcando con el dedo índice y pulgar, hacia arriba, para alejar la capa subyacente muscular, aumentando las posibilidades de que la inyección sea subcutánea.
- Insertar la aguja completamente en un ángulo de 90º. El ángulo de 45º también se recomienda para una inyección subcutánea aunque no se requiere pellizcar la piel haciendo un pliegue antes de la inserción de la aguja. asegurarse insercion de la aguja con el bisel hacia arriba.
- Administrar la heparina lentamente durante 10 segundos hasta vaciar por completo el contenido de la jeringa. Esperamos 10-30 segundo antes de retirar la aguja ayudando así a disminuír la aparición de hematomas.
- Soltar el pliegue.
- No realizar masaje.
- Únicamente cubrir con un algodón si es necesario.
- Orientar la jeringa hacia abajo, alejada de si mismo. Presionar firmemente el émbolo para accionar el sistema de seguridad.
- Desechar la jeringa en su contenedor rígido correspondiente.
Efectos secundarios de la heparina subcutánea
El efecto secundario principal es la mayor propensión al sangrado y a la formación de hematomas. El médico le indicará la dosis diaria apropiada y determinará la duración de su tratamiento. No lo suspenda antes ni lo prolongue.
Si usted presenta alguno de estos efectos secundarios, llame a su médico inmediatamente o acuda al hospital más cercano:
- Heridas pequeñas que sangran más de 30 minutos.
- Sangrado por nariz, encías, al toser.
- Vómito con sangre.
- Heces de color oscuro sanguinolentas.
- En las mujeres, reglas muy abundantes.
- Dolor y/inflamación de las piernas sin causa aparente.
- Hormigueo o cambio de coloración en las piernas.
- Fiebre.
- Dolor en el tórax, dificultad para respirar, pérdida de conocimiento.
Otras medidas preventivas de la trombosis venosa profunda
- Intentar no estar sentado tiempo prolongado. Levántarse cada dos horas y pasear.
- Evitar la postura de piernas cruzadas. Mientras se esté sentado hacer ejercicios de flexo-extensión de pies y piernas.
- Al acostarse procurar mantener las piernas más elevadas que el resto del cuerpo.
- Procurar no estar mucho tiempo de pie sin estirar las piernas.
- La obesidad y el consumo de tabaco propician la trombosis venosa.
- Evitar la deshidratación.
- Evitar prendas de ropa ajuntadas que el retorno venoso de las piernas.
Video explicativo de la Técnica de autoinyección de la Heparina subcutánea
D.U.E
Lara Fernández
Departamento Enfermería