Cuando incluimos alimentos envasados dentro de nuestra alimentación es fundamental saber diferenciar cuáles de ellos son saludables y cuáles no. La información nutricional que encontramos en las etiquetas nos ayuda a seleccionar mejor los ingredientes que formarán parte de nuestra dieta. A continuación os indicamos una serie de parámetros que debemos de buscar para interpretar correctamente el etiquetado de los alimentos y evitar confusiones habituales.
¿En qué debemos fijarnos dentro del etiquetado?
- Valor energético del producto (KCAL) Normalmente este valor es el que suele llamar más la atención. Representa el aporte energético del alimento por 100g o porción de producto. Ante este creciente interés por las calorías debemos puntualizar que además de fijarnos en este dato, es fundamental comprobar que los ingredientes y los nutrientes del producto son de calidad.
- Grasas Tenemos que fijarnos siempre en la cantidad y el tipo de grasa que presenta el alimento. Un producto rico en grasas saturadas y grasas trans es desaconsejable si queremos cuidar nuestra salud debido al impacto que tiene en el sistema cardiovascular.
- Carbohidratos Observar la cantidad de carbohidratos es importante, pero al igual que con las calorías debemos comprobar si los carbohidratos que presenta el producto son de calidad. No es lo mismo para nuestro organismo consumir los carbohidratos procedentes de un bollo, que los carbohidratos que podemos encontrar en la avena integral o el boniato. Además, también podemos observar dentro de este apartado, los azúcares simples que contiene, para comprender si éstos se encuentran de forma natural en el alimento o si han sido añadidos por la industria alimentaria debemos fijarnos en la lista de ingredientes.
- Fibra La fibra se encuentra incluida dentro de los carbohidratos. Ésta es beneficiosa para nuestra salud gastrointestinal y además nos ayuda a sentirnos saciados. A pesar de los beneficios de la fibra, debemos prestar especial atención a algunos productos procesados que se venden como altos en fibra; normalmente se asocia esta alegación nutricional a que el producto que estamos consumiendo es saludable y beneficioso, pero, por desgracia, muchas veces esto no es así, el hecho de que un alimento tenga una cantidad elevada de fibra no quiere decir que no contenga grasas saturadas, trans o azúcares añadidos.
- Ingredientes Es muy habitual que al comprobar la etiqueta de un producto nos fijemos solo en la tabla nutricional y nos olvidemos por completo de la lista de ingredientes aunque estos los más importantes. En esta lista, nos indican cuál es la composición del alimento que vamos a comprar, de esta forma podemos asegurarnos de si al alimento le han añadido azúcares, grasas y harinas refinadas o sal. Además, debemos tener en cuenta que los ingredientes que aparecen en el listado están ordenados de mayor a menor presencia en el producto, por lo que si el primer ingrediente que vemos es azúcar o una harina refinada debemos buscar una opción mejor.
Esta información nos ayudará a saber interpretar correctamente la información que estamos leyendo, y de esta forma nos será más sencillo seleccionar los productos adecuados para nuestra alimentación y para mejorar nuestra salud.