No es algo novedoso que escuchemos esta frase “el azúcar es malísimo deberías evitarlo en tu dieta” o “no comas esa galleta, está repleta de azúcar”… Todos hemos interiorizado que el azúcar es malo, pero realmente ¿sabes por qué lo es?. ¿Tienes claro el motivo por el que no debemos abusar de él?
Cuando hablamos de evitar el azúcar, nos referimos siempre al azúcar libre o añadido, nunca nos estamos refiriendo a los azúcares presentes de forma natural en alimentos como la fruta (fructosa) o los lácteos (lactosa). Estos últimos forman parte de la matriz del alimento y no causan daños a nuestra salud, salvo en situaciones puntuales, como puede ser el caso de una persona que padece intolerancia a la lactosa y el consumo de productos lácteos le causa molestias digestivas, en este caso debemos seleccionar productos sin lactosa o evitar los lácteos.
¿Qué alimentos deben preocuparnos por si llevan azúcar añadido?
Esto ocurre principalmente con los procesados: galletas, bollería industrial, comida precocinada, salsas, chocolatinas, pan de molde, cereales de desayuno, cacaos solubles, zumos…
Para comprobar si a un alimento le han añadido azúcar solo tenemos que ir a su lista de ingredientes y buscar palabras como:
- azúcar,
- jarabe de…,
- sacarosa,
- miel,
- azúcar moreno,
- …
Si, el azúcar moreno es tan azúcar como el blanco y sus efectos están a la par.
¿Qué ocurre cuando consumimos alimentos con azúcares añadidos?
Cuando comemos un producto con azúcar añadido, nuestro organismo es capaz de absorber este azúcar de forma muy rápida, pasando así al torrente sanguíneo y causando como respuesta un pico de insulina. Tras este pico de insulina los niveles de glucosa en sangre bajan igual que subieron, demasiado rápido, causándonos otra vez hambre y ganas de volver a consumir más y más azúcar. Además, todo este tipo de alimentos ricos en azúcar nos aportan las famosas “calorías vacías” ¿Qué significa esto? Pues son productos con un gran aporte de energía (calorías) y escasos nutrientes. Consumir esta clase de procesados, desplaza el consumo de alimentos de mejor calidad nutricional, que es lo que ocurre por ejemplo cuando en lugar de comer una fruta como snack de media mañana nos comemos unas galletas, favoreciendo a la larga el desarrollo de sobrepeso y obesidad. Por último, y no por ello menos importante, el exceso de azúcar se relaciona con patologías como la diabetes tipo II, problemas cardiovasculares, hígado graso no alcohólico… Por todo esto, debemos evitar añadir azúcar a nuestros platos y bebidas, y además, reducir el consumo de alimentos que puedan contener azúcares añadidos.SOLICITA CITA CON LA NUTRICIONISTA DE «ICONICA SERVICIOS MÉDICOS» (VIGO)
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