El tendón rotuliano es una estructura corta y ancha que se extiende desde la rótula hasta la tibia.
Su función es actuar como brazo de palanca para aumentar la fuerza del cuádriceps, y esto es especialmente importante a la hora de correr o saltar. Por ello está sometido a importantes tensiones lo que hace que sea muy susceptible a la lesión.
La tendinopatía rotuliana aunque pueda iniciarse como un cuadro inflamatorio acaba convirtiéndose en un proceso de degeneración del tendón por lo que preferimos llamarla tendinosis o tendinopatía y no tendinitis como se conocía habitualmente.
Su síntoma fundamental es el dolor, que aumenta al correr en cuestas abajo o al bajar escaleras y que, como en la mayoría de las tendinosis, mejora tras calentar la rodilla. Cuando el proceso se agrava, el dolor puede estar presente durante todo el entrenamiento.
Tendinosis Rotuliana: factores de riesgo
- Escasa flexibilidad de cuádriceps e isquiotibiales.
- Debilidad de los músculos del muslo, lo que somete al tendón a carga excesiva.
- Exceso de peso corporal.
- Dismetría de extremidades inferiores.
- Dorsiflexión de tobillo reducida.
- Exceso de arco plantar.
- Actividad deportiva que precise salto vertical.
Tendinosis Rotuliana: Tratamiento
1. Entrenamiento Excéntrico
Hoy en día el entrenamiento excéntrico se ha convertido en el tratamiento de elección dados los buenos resultados obtenidos.
La hipótesis es que con este tipo de entrenamiento se consigue que el organismo reemplace y realinee las fibras del tendón dañadas.
Este tipo de entrenamiento parece ser mucho más eficaz si se emplean superficies inclinadas que si se realizan en el suelo.
2. Ondas de Choque
La segunda terapia para el tratamiento de la tendinosis rotuliana es el tratamiento con ondas de choque, terapia disponible en nuestro centro ICONICA Servicios Médicos, cuyo fin es provocar microrroturas en el tejido para lograr una cicatrización acelerada.
3. Infiltración con factores de crecimiento plaquetario
La infiltración con factores de crecimiento plaquetario, obtenido de la propia sangre del paciente ofrece también excelentes resultados en los casos en los que no se haya mejorado con las terapias anteriores.
4. Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico se realiza con poca frecuencia y en aquellos casos en los que ha fracasado el tratamiento conservador (al menos tras 12 semanas de entrenamiento excéntrico).
Puede realizarse de forma abierta o artroscópica y consiste en el desbridamiento del tendón y en ocasiones en la realización de perforaciones en el polo inferior de la rótula.
En este vídeo nuestro Fisioterapeuta, Adrián Lago, explica gráficamente los ejercicios excéntricos: