La terapia de ondas de choque focales, como la ofrecida por el sistema WELLWAVE, es una técnica de vanguardia que ha demostrado gran eficacia en el tratamiento de diversas patologías del sistema musculoesquelético. Este tipo de ondas se genera mediante tecnología piezoeléctrica, lo que permite una precisión única y una penetración exacta en el área afectada. Las ondas de choque focales se aplican directamente sobre los tejidos dañados, estimulando los procesos de curación natural del cuerpo sin necesidad de intervenciones invasivas. En casos de calcificaciones en el hombro, codo, talón y otras áreas, las ondas de choque ayudan a disolver los depósitos de calcio, facilitando su reabsorción y mejorando significativamente la movilidad y la reducción del dolor.
Para el tratamiento del espolón calcáneo, una de las dolencias del talón más comunes, la terapia de ondas de choque focales es altamente beneficiosa. Las ondas actúan directamente sobre la zona afectada, descomponiendo el tejido calcificado y promoviendo la regeneración del tejido circundante. Además de aliviar el dolor, esta terapia facilita la desinflamación de los tejidos blandos y contribuye a una recuperación más rápida. El procedimiento no invasivo es ideal para quienes buscan alternativas a la cirugía, y al tratar directamente la causa de la dolencia, permite que el paciente retome sus actividades cotidianas con menos molestias.
En el caso de tendinitis crónica de hombro y tendinopatía rotuliana, las ondas de choque focales resultan especialmente efectivas para estimular la reparación del tejido tendinoso. La energía focalizada ayuda a incrementar la circulación sanguínea en el área, favoreciendo la oxigenación y la eliminación de toxinas acumuladas, y ayudando a reducir la inflamación. Esta técnica es eficaz en lesiones deportivas y en personas con demandas físicas intensas, ya que facilita la recuperación del tendón sin dañar el tejido circundante.
Para afecciones crónicas como la epicondilitis y epitrocleitis (comúnmente conocidas como «codo de tenista» y «codo de golfista«), así como para la fascitis plantar, las ondas de choque focales son una alternativa terapéutica muy prometedora. Al penetrar en las capas más profundas del tejido, esta terapia permite la desinflamación y relajación de áreas que no responden bien a otros tratamientos convencionales. En casos de contracturas y puntos gatillo de larga evolución, las ondas de choque focales también contribuyen a la liberación de las fibras musculares, aliviando el dolor crónico y devolviendo funcionalidad a la musculatura.